12 septiembre 2005

En la cuerda floja

"El suicidio es una bancarrota fraudulenta".
Joseph Proudhon (Filósofo Francés)

Siempre al borde de los que viven
nunca tuvo un hijo, nunca una mujer
se pasaba el día en la oficina
llevando papeles, sirviendo café
su refugio una pension muy vieja,
llena de fantasmas y restos de pan
su amigo un gato que habló con él.

Nunca nadie le ofreció motivos,
como para estar, como para hablar.
Nunca nadie le ofreció su casa,
para que no pase solo Navidad.
El invierno que pegaba fuerte,
lo encontraba a veces en la seccional.
"El vino es casi como el amor" decía
De a pedazos, de a pedazos, cae, quieto.

Casi siempre a las seis menos cuarto,
cuando el sol despierta en el andén,
levantaba su cuerpo chiquito
se afeitaba y contaba hasta cien.
Como para recordar que estaba
tan despierto como vos y yo.
¡Con todas esas ganas de andar!.

Una noche en un bar de esos tantos,
se bebió hasta el último rincón
decidió que su piel era carne
Y su alma tan solo un motor.
Se gastó de golpe una copa,
y se hastió del pan y la pensión
quizás la muerte sea mejor.

Se subió al primer taxi, con la impotencia en quiebra
la última noche que estaré conmigo será una gran fiesta!", dijo,
"plena de estrellas".

Se levantó temprano, desayuno en silencio miró el reloj que lo observaba tenso y en la cuerda floja, volvió a pensarlo.

Afiló la navaja, héroe cobarde al menos, cerró los ojos, no dudó un instante y apretó la carne: Sangró su pecho.

Escrito por Fito Páez
Del disco Tiempos Difíciles [1982, J.C. Baglietto].






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