Lunes
El despertador ya apagado, por la ventana se ve el nuevo día en pequeños rayos, ella duerme y puedo ver su contorno en la penumbra; es lunes, ella lo sabe, pero aún así duerme, como un angel. Paso horas semanales observándola dormir.
Mientras ella bate records de producción onírica, mis ojos no pueden detenerse, se han hecho adictos a ella; que es única y especial como su belleza.
Casi puedo observar a mis ojos moviendose lentamente, en un interminable paneo mientras recorren ese contorno, con admiración, como quien mira a su padre la primera vez en que soluciona un problema.
Mi corazón late, se que es lunes y me espera el día mismo, se que debo arrancarme de este momento, hace como 5 minutos en que acepté que debía abandonar esta habitación y enfrentar la luz intensa de la responsabilidad; pero hoy, por un instante, como tantos otros dias, tengo ganas de evadirme, de quitarme todas mis ropas y entrar en su mundo, abrazandola suavemente por detrás tal como a ella le gusta y con el calor de su cuerpo contra el mío, esperar a que sea martes, y volver a intentarlo