07 septiembre 2005

Traducción de la carta de Michael Moore a Bush

Querido señor Bush
¿Alguna idea de dónde están los helicópteros? Es el día cinco del huracán Katrina y miles permanecen varados en New Orleans y necesitan ser transportados por aire. ¿En que parte de la tierra pudo usted haber extraviado todos nuestros helicópteros militares? ¿Necesita ayuda para encontrarlos? Una vez perdí mi auto en el estacionamiento de Sears. Hombre, eso fue una lata.

Además, ¿alguna idea de dónde pueden andar los soldados de nuestra guardia nacional? Podríamos realmente usarlos ahora mismo para hacer lo que querían hacer cuando se enlistaron, como ayudar en desastres nacionales. ¿Como es posible que no estuvieran desde un principio?

El jueves estuve en South Florida sentado afuera mientras el ojo del huracán Katrina pasó por encima de mi cabeza. Era solo un categoría 1 pero bastante horrible. Murieron 11 personas y, como hoy, había hogares sin electricidad. Esa noche el servicio meteorológico dijo que la tormenta iba camino a New Orleans. ¡Eso fue el jueves! ¿Nadie le dijo?

Se que no quería interrumpir sus vacaciones y se cuánto detesta recibir malas noticias. Encima, tenía que ir a recaudaciones de fondos y tenía madres de soldados para ignorar y desprestigiar. ¡Usted seguro se iba a exponer!

Especialmente me gustó, el día después del huracán, en vez de volar a Louisiana, voló a San Diego de joda con sus amigotes de negocios. No deje que la gente lo critique por eso – después de todo, el huracán ya había pasado y que demonios podía hacer usted, ¿poner su dedo en el dique?

Y no escuche a los que, en los días venideros, revelarán como usted este verano redujo específicamente, por tercer año consecutivo, el presupuesto del cuerpo de ingenieros del ejército para New Orleans. Sólo dígales que aún si no hubiera cortado el dinero para arreglar esos diques, no iba a haber ingenieros del ejército de todas formas porque usted los tiene trabajando en una construcción más importante: Construir la democracia de Irak.

El tercer día, cuando finalmente dejó la casa de sus vacaciones, debo decir que me conmovió por como el piloto del Air Force One bajó desde las nubes mientras volaba por encima de New Orleans, así usted podía tener una vista rápida del desastre. Hey, yo se que no puede parar, manotear un casco, pararse sobre algún bote de goma y actuar como un comandante en jefe. Ya vimos eso.

Habrá quien trate de politizar esta tragedia y tratar de usarla en su contra. Solo tenga a su gente pendiente. No responda. Incluso a esos científicos molestos que predijeron que esto ocurriría porque el agua en el golfo de México está recalentandose más y más haciendo que una tormenta así sea inevitable. Ignórelos a ellos y a todas sus advertencias globales de maricones. No hay nada de inusual en un huracán que fue tan ancho como un tornado F4 que se extendió desde New York a Cleveland.

No Sr. Bush, solo siga el camino. No es su culpa que el 30 por ciento de New Orleans viva en la pobreza o que decenas de miles no hayan tenido medios para transportarse fuera de la ciudad.

¡Vamos, son negros! quiero decir, no es lo mismo que lo que pasó en Kennebunkport. ¿Puede imaginarse dejar gente blanca sobre sus techos por cinco días? ¡No me haga reír!

¡La raza no tiene nada - - NADA - - que ver con estas cosas!
Siga así, Sr. Bush. Solo trate de encontrar alguno de nuestros helicópteros y envíelos allá. Finja que la gente de New Orleans y de la costa del golfo está cerca de Tikrit.

Suyo,
Michael Moore
MMFlint@aol.com
www.MichaelMoore.com

P.D. Esa madre fastidiosa, Cindy Sheehan, no está más en su rancho. Ella y docenas de parientes de muertos en la Guerra de Irak, ahora están manejando por el país, haciendo muchas paradas en el camino. Tal vez usted pueda alcanzarla antes de que ellas lleguen a Washington el 21 de septiembre.






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