03 enero 2006

Fiesta que fantástica esta fiesta

Farolito de la calle, oscuridad de la casa.

Terminó de trabajar más temprano de lo que normalmente lo hace, es que el brindis aceleró los tiempos y casi nadie tenía humor más que para huir despavoridos. Dió los últimos saludos de la mano del clásico "¡felicidades!"
Siempre me irritó esa palabra, no por lo doméstica o costumbrista, sinó por lo despersonalizado del asunto. Debería existir una maquinita que diga por nosotros: "Felicidades: este ser humano no está disponible en este momento, cuando escuche la señal deje su mensaje, igual nos importa tan poco que seguro lo borramos antes de escucharlo" la cosa sería un poco más honesta después de todo, pero vivimos en un mundo de modales, me olvidaba.

Subió a su auto con la mente en blanco, todos los años intenta no pensar, jamás lo consiguió, pero intentar lo intenta. Marcó un número en el celular y lo apoyó en su oreja:
tuuuuuuuu
tuuuuuuuu
-Hola
-Hola ma
-Hola Jorgito como estás!
-No mamá no soy Jorgito, habla Walter.
-Ah Walter, te confundí con Jorgito.
-Si ya me di cuenta.
-Es que tienen la voz parecida
-Siempre fuimos dos tenores del mismo coro.
-Ajaja hijo que gracioso, cuando te ponés así de gracioso te parecés aún más a Jorgito.
-Gracias ma, oíme a eso de las nueve está bien?
-Tan tarde, ¿no podés venir un poco más temprano?
-Lo que pasa ma es que primero pasamos a saludar a los padres de Andy y de ahí vamos para tu casa.
-Pero nene con ellos pasaron navidad, ¿por qué no vienen directo para acá?
-Habíamos quedado así la semana pasada ma, ¿no te acordás?
-Esta chica siempre lo mismo, te arrastra para allá y vos no te dejás arrastrar.
-Ma, no es así, pero bueno, vamos a intentar llegar más temprano.
-Bueno Jorge, peor no anden mucho por la calle que hay unos accidentes tremendos los fines de año...
-Ma, soy Walter y despreocupate, te llamo cuando salgo para allá.
-Dale así me ayudás un poco con la mesa que tu padre viene del negocio a eso de las nueve y media me dijo.
-Ma ¿y para que me hacés ir más temprano?
-Bueno che, ¿no querés estar con tu madre?
-Si ma, si, te compré algo dulce.
-Ayy espero que no sean esas medialunas del otro día que me han caído para el demonio
-No ma no son
-El otro día Jorgito me trajo un pan dulce de la Nepper exquisito.
-Mirá que bien.
-Con almendras, nueces, castañas..
-Que rico...
-Le ponen de todo a esos pan dulces..
-Y si...
-Así los cobran también, menos mal que Jorge no tiene problemas económicos, siempre fue muy prudente con el dinero, en cambio vos, me has sacado canas verdes...
-Bueno mami, para compensaer compré un pan dulce de la Nepper!
-Ahh que bien.
-Si, el especial
-Si nene, pero igual ando mal de la vesícula y tiene mucha grasa ese pan dulce.
-Bueno, si no querés no lo comas, llevo torta asturiana también.
-Ay con lo que me gusta! decí que ando con la glucemia alta, como la voy a desear.
-Bueno mami si querés no la llevo, si es para que desees...
-Si mejor no traigas nada Jorge.
-Soy Walter ma.
-Bueno Walter, siempre corrigiendo a tu madre vos, tendrías que aprender más de tu hermano y ser un poco más amoroso che.
-Bueno ma te veo más tarde
-Chau Jorgito manejá despacio
-Chau ma.






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